domingo, 22 de abril de 2007

VALIENTE VIAJE




Junto con la muerte de mi padre, el 22 de abril 1994, fue el día más triste de mi vida. Sigue persiguiéndome el fantasma de la huida, el abandono, el acojono de no saber donde voy a poner una semilla que aliente mi miserable vida de trabajador y padre de familia errante igual que lo hizo mi padre, igual que él me dijo al irme, no quiero que te vayas, pero igual que tu lo haces, yo lo hice en mi momento. Dejar Béjar, mi patria chica, supone en mi vida, el trance más duro incluido los malos momentos del comienzo, otra nueva tierra tan diferente a la mía, sigue siendo barrera entre mis sentimientos maternales, y mi conciencia de existencia.
Con el paso de los años, atraviesas dificultades acabando de acostumbrarte, y disfrutando de la vida que encuentras estés donde estés. Mientras escribo esto sigo llorando exactamente igual que hace trece años cuando salia en coche, carretera de Ávila, camino de Valencia, para coger ese no, sino el barco de mi vida.
Te sigo echando de menos, todos los días de mi vida. Román.
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Valiente viaje, supone dejar atrás tu vida, tus alegrías y lo más importante tu familia. No puedo imaginar lo duro que supone mirar a un lado y ver todo lo que dejas. La vida a veces es muy cruel, la vida nos pone pruebas duras que hay que superar. A mis treinta años he tenido que superar muchas pruebas, y estoy orgullosa de haberlas superado. Se que no me entenderéis, pero me alegro de vuestro viaje, sino nunca os hubiera conocido, nunca hubiera estado con el "rabiosete". Aunque hemos pasado calamidades, las hemos superado juntos, y no lo cambiaría nunca. Se que su vida no está aquí, pero intentaré que su paso por aquí haya valido la pena. Mónica.

2 comentarios:

campo castellano dijo...

Solo puedo usar un adjetivo,

"precioso"

Os queremos mucho.


Besos.

Anónimo dijo...

No puedo evitar emocionarme leyendo estas cosas, gracias a todos por todo